Si usted está por iniciar un negocio, y para operarlo requiere de una sociedad mercantil, seguramente se preguntará cuales son sus opciones e implicaciones legales, pero sobre todo, cuál es la que se adecúa más a sus necesidades. Este artículo, dividido en dos, tocará este tema, tratando primero el tema de las sociedades mercantiles para después hacer un análisis más profundo de las dos sociedades mercantiles más recurrentes, la Sociedad Anónima y la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
Para iniciar, debemos entender lo que es una sociedad mercantil, la teoría la define como un acuerdo de dos o más personas que reúnen sus esfuerzos y recursos para la consecución de fin lícito y determinado, preponderantemente económico y de especulación comercial.
Al constituir una sociedad mercantil nace un nuevo ente con personalidad jurídica y patrimonio propio, quien gozará de los atributos de la personalidad que corresponden a las personas morales como lo es el nombre (razón social o denominación), domicilio, nacionalidad, capacidad y patrimonio.
La principal legislación que contempla las sociedades mercantiles en México es la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM), esta ley regula la constitución, organización y funcionamiento de las mismas, las reglas comunes a todas las sociedades mercantiles, incluso las no reguladas por la LGSM, así como las reglas de algunas sociedades en particular.
Algunas de estas reglas comunes son de suma importancia, como los requisitos que debe contener el contrato social que son: los nombres, nacionalidad y domicilio de las personas físicas o morales que constituyen la sociedad, la razón social o denominación, el objeto social, la duración, el domicilio social, el importe de capital social y la expresión de lo que cada socio aporte en dinero o en otros bienes, el valor atribuido a éstos y el criterio seguido para su valorización.
Al igual que los requisitos anteriores, los estatutos aplican a todas las sociedades, ya que contienen las reglas de organización y funcionamiento, es decir, la forma en la que se integrará la sociedad, los derechos y obligaciones de los socios, la forma de administración y representación, así como las reglas en caso de disolución y liquidación.
Es importante mencionar que además de las sociedades contempladas en la Ley General de Sociedades Mercantiles, hay otros tipos de sociedades mercantiles, como las contempladas en la Ley de Mercado de Valores.
La sociedad mercantil más recurrida es la Sociedad Anónima, sin embargo, el uso tan común de este tipo de sociedad mercantil se da más por costumbre que por adecuarse a las necesidades particulares de determinados negocios. Existen otras opciones que en ocasiones se adecuan más a las necesidades de quienes requieren de una sociedad mercantil, pero por falta de conocimiento u orientación, no se toman en cuenta, tal es el caso de la Sociedad de Responsabilidad Limitada, misma que en una segunda entrega será analizada junto con la Sociedad Anónima.